Al acercarse el arranque del Abierto de Estados Unidos 2019, la imagen indeleble del torneo del año pasado no es una tiro especialmente espectacular ni un campeón con un trofeo.
En lugar de ello, es la imagen de Serena Williams apuntando con el dedo al árbitro Carlos Ramos e insistiendo que éste le debía una disculpa cuando discutieron en la final de mujeres.
El tono de ese partido entre Williams _ que entonces estaba, y ahora sigue, buscando su 24 cetro de Grand Slam _ y Naomi Osaka _ cuya excelente actuación en una victoria de 6-2, 6-4 fue eclipsada en medio de caos en la cancha ese día _ cambió luego que Ramos le hizo advertencias a Williams por recibir una seña de su entrenador y empeoró de ahí en adelante. Williams eventualmente sufrió la deducción de un punto y más adelante un game _ y fue multada 17.000 dólares.
Casi 12 meses después, con la primera ronda comenzando el lunes en Flushing Meadows, las ramificaciones de esa final de 1 hora y 19 minutos aún retumban, incluyendo esto: Ramos no dirigirá ningún partido de Serena Williams ni de su hermana Venus.
“Decidimos que hay otros 900 partidos y Carlos, para el 2019, no estará en la silla para un partido de las hermanas Williams”, dijo Stacey Allaster, ejecutiva de la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA), en una entrevista telefónica. “Queremos que la atención de la competencia se centre en los deportistas”.
Entre las historias a seguir, Serena Williams, que fue finalista también en Wimbledon en los últimos dos años, trata de igualar a Margaret Court con el mayor total de títulos de sencillos. Osaka, quien añadió un segundo cetro de Grand Slam al ganar en Australia en enero, regresa a Nueva York como número 1 mundial _ y lidiando con molestias en una rodilla que la obligaron a retirarse de un torneo la semana pasada.
Además, el mundo del tenis está lleno de discusiones y debates sobre asuntos como el papel de los jueces de silla, la forma en que se aplica el código de conducta y, quizás por encima de todo, si deben permitirse instrucciones de los entrenadores durante los partidos.
Sobre ese tema, hay quienes quisieran que se permitiese, como la USTA _ que ha cabildeado, hasta ahora infructuosamente, ante los que dirigen los otros grandes para que aprueben las instrucciones de entrenadores _ o el coach de Williams, Patrick Mouratoglou, que admitió tras la final del año pasado que estaba tratando de comunicarse con su jugadora y apuntó, correctamente, que instrucciones subrepticias ocurren todo el tiempo, de forma impune.
“Entiendo que es algo que divide, pero, al final, tenemos que examinar cómo se compite en el tenis y cómo es relevante … el acceso es parte de ello, con fanáticos que quieren oír de jugadores y entrenadores”.
Añade Mouratoglou: “Nunca he entendido por qué el tenis es el único deporte en el que no se permiten instrucciones durante los partidos”.
Pero hay otros, como Roger Federer y los responsables de Wimbledon, que piensan que eso va contra la esencia del tenis.
“Yo opino que no deberíamos tener instrucciones en el tenis”, dijo Federer. “Es de hecho lo que hace único nuestro deporte”.
Richard Lewis, director ejecutivo del All England Club, dijo que la mayoría de los hombres están en contra de eso. Muchos entrenadores han dicho que están en contra. Hay mucha gente _ Wimbledon tanto como cualquiera _ que considera que el tenis es muy especial porque es una competencia de gladiadores … estás por tu cuenta”.
Es un asunto que flota sobre el último Grand Slam de la temporada, aunque hay numerosas interrogantes relacionadas con resultados para las dos semanas del torneo.
¿Cuál es el estado de salud de Williams, que se retiró de dos torneos debido a molestias en la espalda? ¿Puede Osaka avanzar de nuevo? ¿Logrará la campeona de Wimbledon Simona Halep rebasar semifinales en el único Grand Slam en que no lo ha hecho? ¿Cómo va a estar la adolescente Coco Gauff tras su excelente Wimbledon? ¿Pueden Federer, el campeón defensor Novak Djokovic o Rafael Nadal extender a 12 la racha de triunfos de los Tres Grandes en Grand Slams? ¿Puede finalmente ganar uno de los jóvenes?
Nada de eso, no obstante, están tan cargado de significado como un posible cambio de regla. Como están las cosas ahora, no existe nada consistente sobre las instrucciones de entrenadores, un reflejo de la situación de cada semana hay algo diferente en un deporte sin comisionado ni un libro único de reglas.
Los torneos de Grand Slam no permiten instrucciones en la competencia principal, aunque el US Open empezó a aceptarlo en la fase previa y el torneo juvenil en 2017.
La Federación Internacional de Tenis lo permite en la Copa Davis y la Copa Federación, con los entrenadores incluso sentados en la banda.
La ATP no lo permite en los torneos del circuito profesional masculino.
Pero la WTA permite que los entrenadores bajen de las gradas en los cambios para hablar con sus jugadoras _ algo que comenzó hace más de una década, cuando Allaster lideraba el tour de mujeres.
“O lo tienes en todas partes o en ninguna parte”, dijo la finalista del US Open de 2016 Karolina Pliskova. “Pero yo prefiero en ninguna parte”.