La esposa del príncipe Harry está enfocada en llevar una estructura lo más perfecta posible, por lo menos para ella, y pone toda su atención en pequeños detalles que para ella son de suma importancia.
Acá de damos algunos ejemplos que a Meghan Markle le causan una incontrolable obsesión:
Obsesionada por su apariencia
Meghan Markle invierte casi un millón de pesos al mes en verse bien: sí, acude a Pilates Platinum, un estudio propiedad de su amiga Heather Dorak en California y paga por ello 18 mil pesos mensuales, hace yoga, consume multi-vitamínicos, acude a sesiones de sauna infrarrojo, usa un Beauty Sleep Elixir con valor de mil 349 pesos mexicanos y gasta cuatro botes al año, o sea casi 6 mil pesos en un solo producto de skin care, entre muchas otras rutinas de belleza que la hacen sentir bien y segura. ¡Y se vale! ¿Por qué no?
Obsesionada por un marido británico
Obsesioanda con Harry
Entendiendo el punto anterior, comprendemos porque cuida tanto de su esposo, hasta llegar al punto de oprimirlo.Sus hechos hablan por sí solos: alejó al príncipe de la familia real, de sus amigos, como reciente se supo que sucedió con David Beckham. El matrimonio de Meghan y Markle se estableció en California, el lugar donde ella nació y creció, su lugar seguro, y el lenguaje corporal de la ex actriz revela porqué: El libro Lo que contienen los abrazos, de Garrido, E., señala que cuando una persona se coloca de espaldas y su pareja como comúnmente hace Meghan, que se ubica detrás envolviéndolo con uno o ambos brazos es una señal de estabilidad, confianza y cuidado. O sea que está obsesionada por el bienestar de su esposo, y eso no es malo.
Obsesionada por sus pecas
Algo que la tiene realmente enloquecida por mostrar al mundo son sus pecas, y si no lucen perfectas puede que arda Troya.
Cada portada que algún medio de comunicación logra cerrar con ella tiene una petición especial: sus pecas deben ser las protagonistas, deben lucir impactantes, esa es la encomienda en primer lugar del fotógrafo y de los maquillistas.Meghan pasa muchas horas al sol para lograr la aparición de sus queridas pecas y también ha comenzado a tatuarlas.
Lydia Sellers, encargada de maquillarla en la serie Suits afirmó al diario “The Sun”, que Meghan Markle siempre le pedía lo mismo:
“¿Podemos hacerlo de alguna manera para que las pecas se vean? No quiero una tonelada de maquillaje”.
En 2017 también habló del tema con al fotógrafo de Vanity Fair…
“Siempre he adorado mis pecas. Estoy emocionada por trabajar con Peter Lindbergh porque rara vez retoca y cree en mantener el maquillaje al mínimo. Le di un enorme abrazo y le dije ‘Estoy tan nerviosa por trabajar contigo, ¡porque sé que finalmente voy a ver mis pecas!’”.
Ahora que sabes las obsesiones de la esposa del príncipe Harry, ¿te parecen exageradas o normales en toda mujer?
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