18 años de prisión para un ‘príncipe saudita’ de origen colombiano por estafar más de 8 millones de dólares
El fraude del falso príncipe quedó al descubierto cuando un promotor inmobiliario con el que estaba negociando una gran inversión lo vio comiendo alegremente carne de cerdo.
Durante decadas Anthony Gignac, que se presentaba a sí mismo como ‘príncipe saudita’, vivió una vida glamurosa, una vida casi a cuerpo de rey, mientras entregaba tarjetas de visita en las que refería a sí mismo como ‘su alteza real’ y ‘sultán’. En su cuenta de Instagram colgaba con frecuencia fotos de su jet privado, yates, hoteles de cinco estrellas, restaurantes de lujo, joyas y todo tipo de productos de Louis Vuitton, Gucci, Chanel, Hermès y Rolex.
Su tren de vida frenó en seco este viernes, cuando fue sentenciado en Miami (EE.UU.) —ciudad donde residía— a 18 años y medio de cárcel por robo de identidad con agravantes y fraude electrónico, entre otros cargos. También ha sido condenado por hacerse pasar por un diplomático o funcionario gubernamental extranjero, valiéndose para ello de placas de licencias diplomáticas falsas para él, así como de insignias falsas de Servicio de Seguridad Diplomática para sus guardaespaldas, que llevaban atuendos tradicionales sauditas.
«Gignac se ha presentado a sí mismo como un príncipe saudí [Khalid bin Al-Saud] para manipular, victimizar y estafar a innumerables inversores de todo el mundo», afirmó en un comunicado el fiscal federal del Distrito Sur del estado de Florida, Fajardo Orshan.
«Como resultado de ello, decenas de inversores confiados [de EE.UU., Canadá, el Reino Unido, Suiza y Hong Kong] fueron despojados de sus inversiones, perdiendo más de 8 millones de dólares», recoge el comunicado.
Desenmascarado gracias a la carne
Gignac, estadounidense de 48 años, nació en Bogotá, Colombia, de donde se mudó con 7 años al estado de Michigan tras ser adoptado por una familia estadounidense, según Miami Herald. Los primeros fraudes que cometió haciéndose pasar por el príncipe Khalid bin Al-Saud se remotan a cuando tenía 17 años. Desde entonces ha sido arrestado o condenado en 11 ocasiones.
Curiosamente, lo que puso fin a su gran estafa fue la carne. En marzo de 2017 Gignac se preparaba para invertir en un hotel de lujo en Miami, pero en el transcurso de las negociaciones, su socio potencial lo vio comiendo alegremente jamón, tocino y otros productos de cerdo, cuyo consumo proscribe la religión musulmana y que, ciertamente, habría sido rechazadopor un devoto príncipe musulmán.
Fue entonces cuando el propietario del hotel pidió a su equipo de seguridad que investigaran a Gignac, reportando sus sospechas a los oficiales, lo que finalmente derivó en una investigación federal. En noviembre de 2017, el ‘sultán’ fue arrestado bajo 18 cargos, entre ellos robo de identidad con agravantes, fraude electrónico y usurpación de un diplomático o funcionario gubernamental extranjero.