WASHINGTON (CNN) – Un mercado laboral estadounidense resistente en mayo y junio alimentó las esperanzas de los inversores de que una fuerte recuperación económica podría sacar rápidamente al país de una recesión paralizante que se produce en medio de una crisis de salud global. Pero, el informe de empleos para julio, que debe presentarse esta semana, puede servir como un control de la realidad, lo que aumenta la presión sobre el Congreso para impulsar otra ronda de gasto de estímulo.
Los mayores reclamos por beneficios iniciales de desempleo en las últimas dos semanas se han señalado como una señal de advertencia a medida que la crisis de salud empeora en varios estados, lo que requiere nuevas restricciones a la circulación.