CANTON, Ohio (WJW) – Un esposo y una esposa del noreste de Ohio, casados durante 70 años, ambos mueren con 24 horas de diferencia entre sí a causa de COVID-19. Pasaron sus últimos momentos juntos en la misma habitación del hospital el día de Navidad. Su hijo dice que su historia de amor no tuvo el final feliz que se merecían.
«Tuvieron una gran vida, pero un final pésimo, y esa es la parte del resentimiento y la ira sobre COVID», dijo Richard Payne, Jr.
Richard y Pauline Payne, Senior se casaron en julio de 1950. Crecieron en Canton y criaron a dos hijos.
“Construyeron una casa nueva y antes de que tuvieran la oportunidad de ocuparla, se quemó hasta los cimientos”, dijo Payne, Jr.
Rápidamente reconstruyeron su hogar y su vida juntos. Richard Senior era conductor de camión, después de servir en la Infantería de Marina al final de la Segunda Guerra Mundial. Pauline era secretaria. Su hijo mayor dice que sus padres se basaron en la fe y la familia, pero que soportarían otra tragedia.
“Mi hermano falleció a una edad muy joven, tenía 31 años y eso dejó un agujero en sus corazones que nunca sanó realmente”, dijo.
Richard, Jr. dice que los nietos comenzaron a llenar el vacío. Hace unos tres años, su padre necesitaba cuidados en un hogar de ancianos, su madre se unió a él en febrero pasado.
“Milagrosamente, ese hogar de ancianos pudo mantener a COVID fuera hasta diciembre y una vez que se coló, fue como un incendio forestal”, dijo.
El 13 de diciembre, Rick recibió una llamada de que sus padres dieron positivo por COVID-19. Ambos terminaron en el hospital, pero sintió que su espíritu de lucha los ayudaría a salir adelante.
“Simplemente se convirtió en una serie de eventos de malas noticias, cada día su estado empeoraba un poco cada día”, dijo.
Los Payne fueron trasladados a la misma habitación, el personal del hospital sugirió cuidados paliativos. Después de unos días más, sin poder visitarlo en persona, Rick tuvo que despedirse… virtualmente.
«Una llamada de Zoom con ella … esa, sin duda, fue la conversación más difícil que jamás tendré, porque es la última vez que podrás despedirte», dijo Payne Jr.
El día de Navidad, Pauline murió a los 91 años. Rick Senior falleció 24 horas después, un mes antes de cumplir 93 años.
«Yo era el único hijo sobreviviente, necesitaba estar allí, quería estar allí, no podía estar allí … es extremadamente doloroso, incluso pensar en eso ahora», dijo.
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