‘Sabotaje’ petrolero, expansión militar de EE.UU. y el regreso nuclear iraní: ¿Se oyen tambores de guerra en Oriente Medio?
En medio de la escalada de tensiones en Oriente Medio, tras los ataques a objetivos petroleros de Arabia Saudita en los últimos días, varios expertos señalan que la amenaza de una guerra en la región es la más alta de los años recientes.
«Actos de sabotaje»
Dos buques petroleros sauditas, otro de bandera emiratí y uno más bajo bandera noruega, fueron atacados el 12 de mayo en el estrecho de Hormuz, que comunica el golfo de Omán y el golfo Pérsico y centraliza el 40 % del todo el tráfico marítimo de petróleo.
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos calificaron esos hechos de «actos de sabotaje», aunque todavía se desconocen el carácter de los daños recibidos por los buques, el tipo de armas usadas y la identidad de los organizadores de los ataques.
Varios días antes del incidente, la Administración Marítima de Estados Unidos advirtió que Irán, enemigo regional de Washington y Riad, podría atacar buques comerciales, y aunque nadie ha presentado pruebas o acusaciones de que Teherán haya estado involucrado, esta versión llegó a ser discutida ampliamente por los medios de la región. Irán, a su vez, instó el lunes a los países de la zona a estar «alertas ante cualquier aventurerismo de agentes extranjeros».
El sabotaje fue seguido este martes por un ataque múltiple a varias instalaciones del sector petrolero en las provincias Oriental y de Riad, en Arabia Saudita, que tampoco ocasionó víctimas, aunque provocó un incendio en una estación de bombeo. Riad responsabilizó a los hutíes, insurgentes chiitas contra los cuales ha estado luchando en Yemen, e indicó que son apoyados por Irán.
Aumento de la presencia militar y advertencias
El lunes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, advirtió a Irán que la adopción de cualquier tipo de acciones contra Washington supondría «un gran error». Sus palabras siguieron al envío a Oriente Medio del grupo de combate del portavionesUSS Abraham Lincoln, así como de un grupo operativo de bombarderosB-52, para mostrar a Irán que «cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable«
he New York Times informó este martes, citando a funcionarios del Gobierno de EE.UU., que el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, presentó el pasado jueves un plan militar actualizado que prevé enviar hasta 120.000 soldados a Oriente Medio, por si Irán ataca a las fuerzas estadounidenses o acelera el desarrollo de armas nucleares.
¿Por qué ahora?
Trump retiró a EE.UU. del acuerdo nuclear internacional con Irán hace un año, y reanudó meses más tarde las sanciones suspendidas contra Teherán. El mes pasado, Washington anuló las excepciones que había dado a una cantidad de países para evadir su prohibición de comprar petróleo a Irán.
El endurecimiento del bloqueo económico ha golpeado a la economía de Irán, que cayó 6 % en un año. Las autoridades iraníes notificaron a Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia su decisión de dejar de acatar «algunas obligaciones» derivadas del tratado internacional suscrito en 2015, y prometieron reanudar el enriquecimiento de uranio dentro de 60 días si EE.UU. no acepta alcanzar un nuevo acuerdo.
¿Tiempo oportuno?
No se había sentido tanta tensión en el área desde 2015, cuando se estaba negociando el acuerdo nuclear con Irán, señala Der Spiegel. Varios líderes europeos están considerando como real la amenaza de una guerra en la región, algo que se refleja no solamente en llamados a negociaciones, sino también en hechos como la retirada de la fragata española Méndez Núñez, esta semana, del grupo de combate encabezado por EE.UU. que se dirige al Golfo Pérsico.
Aunque el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, asegura que su país no está buscando una guerra, son muchos los medios estadounidenses que resaltan la falta de unanimidad en el Gobierno en torno a cómo manejar el asunto iraní. Por un lado, las diferencias reducen la amenaza de un conflicto militar, que requiere de una decisión coordinada. Por otro lado, la falta de una postura unida desminuye la esperanza de negociaciones, según expertos iraníes citados por la revista Foreign Affairs.
El principal partidario del aumento de la presencia militar estadounidense en la región es el asesor de Trump para la seguridad nacional, John Bolton, cuyo entorno cita datos de inteligencia que anunciarían actos de sabotaje por parte de Irán, en respuesta a las sanciones. Sin embargo, ese reforzamiento incrementaría la posibilidad de un enfrentamiento y en cierto momento Trump podría quedarse sin otro remedio que utilizar la fuerza.
Según The New York Times, Irán hipotéticamente necesitaría al menos un año para reanudar su programa de enriquecimiento de uranio, y aún más para desarrollar su aplicación militar.