FLORIDA (CNN) – Spencer Rollyson dice que no le dio mucha importancia cuando experimentó síntomas leves de coronavirus en mayo. Semanas después, la enfermedad casi le quita la vida.
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“Nunca pensé, a los 21, que estaría al borde de la muerte”, dijo. Al principio, la infección parecía una gripe o un resfriado, dijo, y los síntomas duraron unos días. “Aproximadamente una semana y media, dos semanas después, comencé a sentirme mal”, dijo. Rollyson dijo que fue a la sala de emergencias con una fiebre de 103,4 grados y que los médicos realizaron varias pruebas, incluidas radiografías de tórax y tomografías computarizadas, para encontrar la raíz del problema. Todo salió claro, dice, pero en 48 horas Rollyson estaba en la UCI. «Fue entonces cuando todo comenzó a apagarse», dijo. «En dos días, mi cuerpo se deterioró rápidamente». La angustiosa experiencia del joven ilustra un punto que los expertos en salud han estado enfatizando cuando se trata de coronavirus en grupos de personas jóvenes. Si bien muchos parecen pasar por la infección sin síntomas, todavía no se sabe cómo reaccionará cada individuo al virus.