Nieto Bella Piña, abusado por un sacerdote en la Vega. exige justicia
LA VEGA.-El joven Víctor Mañón, de 22 años de edad, pidió este sábado que se haga justicia en un caso aún pendiente de fallo, luego de que fuera presuntamente abusado sexualmente por el sacerdote católico Miguel Florenzán Ulloa, quien comenzó a seducirlo cuando tenía 11 años, mientras estudiaba en el Colegio Agustiniano de La Vega, en el que el cura fungía como director y profesor.
Durante una entrevista en el programa El Gobierno del Sábado, Mañón, acompañado de su representante legal, el abogado Carlos Salcedo; y su madre, Bella Ilonka Arias, explicaron que desde el 23 de julio del año pasado, el prelado que pertenece a la Orden de San Agustín, fue denunciado formalmente ante el Ministerio Público de la demarcación cibaeña.
“En el día de hoy yo quisiera alzar mi voz para que este tipo de cosas no le vuelva a pasar a ningún joven o algún niño que esté en cualquier colegio, lo que sea, y desenmascarar a esta persona que ha hecho mucho daño no solo a mí, sino a muchísimas personas más”, expresó entre llantos el joven Víctor Mañón.
“Estamos desenmascarando a un delincuente, psicópata, maquiavélico, narcisista, que utiliza la retórica como forma de manipular a jóvenes, niños incluyendo adultos”, agregó.
Carlos Salcedo denunció que en la actualidad hay más de 20 niños y jóvenes que han sido abusados por el sacerdote, los cuales no han tenido el valor de Víctor Mañón de salir a denunciar ante los tribunales y los medios de comunicación las acciones del religioso.
El abogado ya había advertido en septiembre del 2018 que sectores de la Iglesia católica y del empresariado vegano y del país han estado detrás del financiamiento y del apoyo irrestricto al sacerdote Florenzán Ulloa para que no sea condenado.
El abogado de la familia narró que cuando Víctor tenía unos 11 años y tras la muerte de su padre, su madre delegó mayor responsabilidad en el sacerdote para que lo instruya, situación que según dijo el prelado aprovechó para seducirlo, y desde entonces fue abusado sexualmente, situación que en principio el joven temió denunciar.
La madre del joven, Bella Ilonka Arias, describió que se enteró de la situación por medio de una carta que le envió su hijo hace un año y medio desde Estados Unidos, donde estudia en la actualidad, de que había sido abusado por el referido sacerdote Miguel Florenzán Ulloa.
Entre llantos, la madre cuestionó su decisión de confiar en el sarcedorte y el hecho de que este abusara de la confianza que ella había depositado en él.
Relató que estudió en un colegio de monjas, y que entendió que su hijo debía recibir una educación similar, por lo que buscó “el mejor colegio”.
Agregó que el joven está viviendo una situación de “día a día” por los daños emocionales que le produjo la presunta violación sexual, al tiempo que aseguró no tener nada en contra del centro educativo, sino con quienes lo dirigen, pues todos sabían lo que estaba pasando y no se lo informaron.
“Ya el daño a mi hijo se lo hicieron, ahora, yo no voy a permitir que a otros niños le pase lo que le pasó a mi hijo, porque esto es muy duro”, advirtió.
“Víctor está muy marcado, no ha soportado tanto dolor”, explicó.
¿Qué pasó con el colegio?
Depoloraron que el Colegio Agustiniano donde se originó la presunta violación sexual, que también ocurrió fuera del recinto escolar, incluyendo un viaje a Argentina, no ha colaborado para esclarecer el hecho e incluso apoderó a un abogado.
“Todos perdieron la memoria”, dijo el abogado Carlos Salcedo al referise a la falta de colaboración de los profesores y sacerdotes del colegio.
“Tenemos testigos de todas las tratativas, todas las semanas que Víctor era convocado por el fraile, bajo engaño”, indicó el abogado de la víctima.